martes, 30 de marzo de 2010

Del apagón definitivo


Las vacas pueden comer alimento balanceado y jamás conocer el pasto, los pollos pueden ingerir comida sin dormir hasta llegar al plato, los peces pueden “nacer pescados” en inmensas piletas y las plantas pueden ser inyectadas y coloreadas para lucir perfectas y carecer de sabor. Por su parte, los intelectuales pueden masturbarse en ideas y perseguir el progreso del pensamiento, producir toneladas de libros y no conocer el barro, los enjaulados trabajadores de un país comunista pueden transformarlo en potencia mundial capitalista, los artistas, sin obra, pueden “nacer estrellas” en el gran escenario de la web y la familia puede volverse una amalgama de individuos que comparten propiedad.

El hombre ya lo demostró, ya ostentó el fuego del conocimiento, ya sometió al objeto, pero en ese mundo en el que todo parece lograrse a base de razón y producción, el pesimismo toma a los pueblos que se unen en un gran apagón, tiñen de verde un río o santifican sus cuerpos un domingo. Aunque media hora después, prendan la luz, calienten su comida en el microondas, se entretengan con la computadora y maldigan si demora unos minutos en cargar el programa.

Así lava sus culpas el hombre (pos)moderno, el mismo que creó su planeta (tal como lo conoce), el mismo que quiere (coquetea con) cambiarlo, el mismo que hace tiempo sigue apostando a un mismo estilo de vida. Con este contexto y mucho más acá (geográficamente) es difícil creer que se puede mejorar un modelo profundizándolo, como si el tiempo fuera a limpiar las impurezas.

Pero indefectiblemente hay algo que salva al hombre, porque más allá de que allí donde reinaba la primavera, dejaron marchitar algunas flores que no querían ser regadas, solo por querer ser de otro color. Porque más allá de que las tierras tiemblen, los glaciares se derritan y los huracanes azoten a la humanidad, y en paralelo los pactos se agiten, las ideologías se desvanezcan y el nihilismo aceche al hombre, cada ser humano sabe (siente) que las vacas necesitan el pasto, que los pollos necesitan descansar, los peces requieren de la libertad y las plantas de lo natural, se llame eso 2012, apocalipsis o crisis económica mundial.