miércoles, 1 de julio de 2009

Un voto Pop.



Como en un homenaje al artista pop recientemente muerto, los habitantes de Buenos Aires (Provincia y ciudad) deambulan por las calles con barbijos. Y allí van, de un lado a otro tapándose el hocico y aterrados por la influenza. Pero pareciera que no es lo único que estos ciudadanos argentinos quisieron imitar. Y al parecer, el fanatismo hacía ese ídolo es tan grande, que desde el último domingo se imitó su clásico movimiento de caminata en reversa (moonwalk) y se dio un paso con el que se volvió más de diez años atrás. Justamente, cuando el promotor de ese baile visitaba estás tierras del uno a uno.
Pero este fervor por el cantante, no es únicamente de los votantes, sino que quizás la más groseras de las copias vino del otro lado, desde el lado de los candidatos. Desde donde, al igual que el artista, mediante operaciones, en este caso de prensa, se transfiguraban no tanto las caras sino las ideas. El ala conservadora no sólo mostró, su ya conocida imagen progresista oficial, sino que se sumo una nueva desde la oposición, que se disfrazaba más a la izquierda pero tiene olor a derecha recalcitrante.
No hay operación que tape el cuerpo, no hay murallas que tapen el horror disfrazado de juego, no hay merchandasing ni marketing político que tape la idea/sentir/pensar, real de una persona.