sábado, 19 de diciembre de 2009

Un brindis por un 2010 sin “champagne con pizza”.


La tv una vez más y como siempre adelantada, va preparando el oscuro escenario que se viene. Sus horas son ocupadas con lo que podría ser el Súperhombre del menemato. Un regurgite de los 90 que parece atorado en la pantalla y del que en éstos tiempos es difícil escapar. Las estrellas ayudan bailando a los más desprotegidos. El hambre se trasmite, es farandulizado. Pero es TV, es show, es espectáculo, no se le puede exigir nada.
Pero otra parte, y para contradecir a los más optimistas, el recinto con mayor educación de la Argentina, hace un tiempo que es de su propiedad y van por más. Llegarán los tiempos en que se travestirán de peronistas (de los primeros, los segundos o los terceros) para usar el “aparato”, una vez más instalaran sus caras en cada cartel del conurbano e inundarán la pantalla con promesas (ofrecimientos, o cualquier otra técnica de MKT político) y asistiremos a su festejo “alocado” con la clásica fórmula de la pizza y el champagne (pronunciado CHAMPAM en honor a las letras de su máximo ídolo).
Cuesta creer en un año nuevo próspero, más bien se asoma como derrochador, farandulero y demás sinónimos noventosos…