sábado, 19 de diciembre de 2009

Un brindis por un 2010 sin “champagne con pizza”.


La tv una vez más y como siempre adelantada, va preparando el oscuro escenario que se viene. Sus horas son ocupadas con lo que podría ser el Súperhombre del menemato. Un regurgite de los 90 que parece atorado en la pantalla y del que en éstos tiempos es difícil escapar. Las estrellas ayudan bailando a los más desprotegidos. El hambre se trasmite, es farandulizado. Pero es TV, es show, es espectáculo, no se le puede exigir nada.
Pero otra parte, y para contradecir a los más optimistas, el recinto con mayor educación de la Argentina, hace un tiempo que es de su propiedad y van por más. Llegarán los tiempos en que se travestirán de peronistas (de los primeros, los segundos o los terceros) para usar el “aparato”, una vez más instalaran sus caras en cada cartel del conurbano e inundarán la pantalla con promesas (ofrecimientos, o cualquier otra técnica de MKT político) y asistiremos a su festejo “alocado” con la clásica fórmula de la pizza y el champagne (pronunciado CHAMPAM en honor a las letras de su máximo ídolo).
Cuesta creer en un año nuevo próspero, más bien se asoma como derrochador, farandulero y demás sinónimos noventosos…

domingo, 22 de noviembre de 2009

No a la seguridad (del sistema).

El hombre produce, distribuye y consume, así celebra su vida el hermano mayor del chimpancé o el hijo de Dios (como se prefiera). Produce, mediante maquinas, que lo dejan disponible para observar en forma pasiva o cuasi- activa (como en este caso) otras maquinas. Borra su cuerpo del acto de creación en un paradójico homenaje moderno a la divina concepción. Nadie transpira, a menos que una maquina produzca la sensación de desplazamiento, con el fin de que los huesos del cuerpo se hagan visibles. Y éste último se erige hoy, como el principal producto a distribuir. Así, se van tejiendo intercambios entre privados, pero cada uno desde su propiedad y sin compartir ni un centímetro de su territorio. Venden promiscuidad y no es más que un montón de reglas, manuales y leyes de cómo satisfacerse con el cuerpo (objeto) del otro. No hay mezcla, no hay fusión, no hay relación. Hay comercio, hay consumo.
El hombre se llena de habitaciones atiborradas de objetos, pasea en su propio museo domiciliario, se encierra en su propia tumba material y conoce a través de maquinas lo que sucede afuera. Desde allí, se informa que la calle es un escenario repleto de peligros. Pero el hombre moderno inventó una maquina que recupere ese mundo perdido, ese lugar donde se jugaba a la pelota, a la paleta o simplemente se corría, y atinadamente le llamó consola, que no llega a ser consuelo, pero sirve para ocupar el tiempo y las mentes. Ya no hay relación, no hay mezcla. Hay comercio, hay consumo.
Hace un tiempo, se discutía si la producción, la distribución y el consumo debían ser privados o públicos, pero nadie se preguntó qué sería de los hijos de Adán y Eva, o de los hermanos de Chita, sin producción, distribución, ni consumo. Aunque 20 años después con la caída, o demolición asistida, de un muro todo quedó en las manos de unos pocos y hoy ya ni se discute. Ya es realidad impuesta. Hoy, más aquí en el tiempo y el espacio, la farándula se ocupa de la inseguridad y la política del espectáculo.

jueves, 1 de octubre de 2009

El negocio de mostrar y ocultar.


Una vez más, su lógica se reproduce frente a los ojos de todos. Hoy, cada habitante es un invitado preferencial a ver cómo, éste, reparte los roles a interpretar en el ámbito de los medios de difusión. Así, quienes ostentan la información (que debería ser difundida para fomentar un público ciudadano), tras años de haberla tratado como mercancía vendible al mejor postor (lo que resultó en noticias publicables o no según las ordenes del que paga), hoy son defensores de una supuesta libertad de prensa. Y saturan la TV, la radio, los diarios, con el tratamiento de la nueva ley de radiodifusión. Ya no hay injusticias sociales, ya no hay corrupción para difundir. Entonces, lo que parece una férrea pelea entre el gobierno y los grupos mediáticos, parece terminar perjudicando a quienes sufren el poder de ambos. Y se termina de descubrir qué es lo importante para ambos bandos, o qué no lo es.
Mientras en la Tv, la imagen muestra a un senador disertando acerca de las bondades de una nueva ley democrática de radiodifusión y el conductor de turno, del noticiero de las 24 horas, opina de lo que acaba de escuchar, trabajadores de una fabrica en Buenos Aires y desocupados en Chaco son reprimidos. El canal rápidamente, brinda la información, cumple con anunciar la novedad. Pero no hay análisis, no hay investigación, no hay denuncia. Parecería que los hechos emergen, brotan, pero se desconoce por qué.
Desde el gobierno se derrocha esfuerzo publicitario, en supuesto favor de los Derechos Humanos, para tener una radiodifusión diversificada, plural y democrática. Pero del otro lado, los que aún no tienen voz ni espacio, monopolizan el hambre y la falta de educación formal, que podría satisfacerse con el dinero que el gobierno planea pagar al club de París, honrando la deuda ilegitima de la última dictadura militar. Es decir que en éste caso se tienen los medios, pero no se los usa a favor de los Derechos Humanos.
Son tiempos en los que los medios se vuelven el contenido, en los que el negocio es lo que se negocia…

lunes, 24 de agosto de 2009

De pan, de circo y de pagar la entrada.


Está en todas partes, enferma todo lo que toca y parece que es un mal general (hasta en esta misma página se lo encuentra). Aunque nadie lo considera pandemia y ninguno lo combate. Quizás carece de nombre y se acomoda justo entre el dinero y la fama. Hoy se convierte en la musa de muchos, de casi todos. Aparece allí como el paraíso a alcanzar y en la otra vereda, la mediocridad, la pasividad, lo ignoto, lo humilde.
Con su aire rancio contaminó el fútbol, hoy ocupa un lugar central en los vestuarios y vació los clubes. La pelota quedó encerrada entre números y ratings. “Ganar o morir”, “la vida por la camiseta” y “cuchillo entre los dientes”, se escucha con frecuencia desde las tribunas. Por el otro lado, “libro de pases”, “¿cuánto plata?”, “firmé por dos años”, “auto y casa en Arabia Saudita”. De fútbol nada, de juego menos. Y desde el estado el manotazo estatizador, que con su retórica anclada en los 70 desliza alegorías entre goles y muertes, entre cable y tortura. Pero no interpreta la metáfora de un hueso sobresalido en los cuerpos de sus habitantes más desprotegidos. Es que allí no se encuentran restos de aquello, de eso que da frutos, de aquello que motiva la acción. Alimentar no genera ingresos.
Pero este mal, no encontró las fronteras en el deporte, sino que se supo acomodar en los camarines y en la mente de muchos artistas. Hay quienes eran surrealistas en los ´80, quienes vivían felices en la oscuridad de los teatros de poco presupuesto, y luego con los ´90 como escenario, se fueron enfermando. Pasado un tiempo, dejaron de hablar incoherencias, de desnudarse y demás, y comenzaron a adquirir el vocabulario de gerente de establecimiento bailable: “hay que vender entradas”, “¿cuánta gente trae?”, “¿es conocida la banda?”. Entonces, un fuego artificial era locura, era descontrol. El remedio un candado que no permita el ingreso (y lamentablemente el egreso tampoco) de gente sin entrada. De arte nada, de expresión menos. Del otro lado, la vieja fórmula de: “sexo, drogas y rock & roll”. Nadie avisó que esa ecuación era importada y venía con un manifiesto de ideas, no era pura imagen. El sexo, las drogas y el rock & roll eran para todos y al aire libre. No se trataba de estrellas de rock que organizan su propio festejo, su propia idolatría. Era un sentimiento de hermandad, era un movimiento artístico.
Son tiempos donde el credo es el negocio, son resabios de la modernidad.

P.D: columna inspirada en los dichos de Carlos Mangone: “El juego se vuelve deporte, el sexo se vuelve performance…”(para mayor info: http://www.catedras.fsoc.uba.ar/mangone/ )

miércoles, 5 de agosto de 2009

Cuando las pulgadas encierran la realidad



Ser nunca es imitar, sentirse no es saberse. Realidad, si es que tal cosa existe, no es lo mismo que ficción. Hay algo que pasa, hay un mundo que respira y no es trasmitido por televisión, aunque hoy se “es” si se imita, se siente si se sabe y se existe si se aparece en una pantalla.
Así los medios (incluso este) tienen el poder de dar vida, de determinar qué sucede y qué no. Y en su última versión de cámaras ocultas (de mini-mercados, estaciones de servicio, kioscos, entre otros), se registran robos y otros crímenes. Ahora sí entonces. No hay duda, la inseguridad existe. Si se desconfía, allí en la pantalla esta la prueba. Poco se ve de las causas que llevaron a aquél hecho. No se trata de justificar, se trata más bien de escapar de la respuesta fácil, maquillada y filmada.
Hoy se puede afirmar que existe el dialogo político, porque hay entrevistas con quienes visitan la casa rosada y no porque hay un congreso, que aún con sus problemas existe pero claro no es trasmitido las 24 hs. Entonces la política prefiere un “buen discurso” en La Rural o una bofetada en un acto oficial, que haber pensado en su momento si hacer o no una alianza. ¿Si se compartían ideas o se intentaba medir bien en las encuestas previas a las presidenciales?
En tiempos donde la TV se alimenta de la imitación de sus propios personajes y de personas que exacerbadas recorren programas y opinan (como yo) de todo, sin esforzarse en mínimamente conocer algo de aquello de lo que opinan, es mejor huir. Es verdad, también en la prisión de los tubos catódicos hay refugios, para la cultura, para la vida silvestre, para los debates, para las artes. Pero, ¿Hay que refugiarse?, mejor salir de ese maniqueísmo de ser TV o no ser. Mejor salir….


P. D agregada 14/8: Lo del fútbol viene afirmar todo esto. Ser progresista (si es que esa palabra encuentra hoy algún sentido, porque fue vaciada como una mina de oro, que durante un lapso da frutos para algunos pero luego se la abandona dejando la contaminación para todos)no es parecerlo. Oficialmente dicen que este deporte debe ser de libre acceso. El trabajo, la salud, la educación parece que no....

miércoles, 1 de julio de 2009

Un voto Pop.



Como en un homenaje al artista pop recientemente muerto, los habitantes de Buenos Aires (Provincia y ciudad) deambulan por las calles con barbijos. Y allí van, de un lado a otro tapándose el hocico y aterrados por la influenza. Pero pareciera que no es lo único que estos ciudadanos argentinos quisieron imitar. Y al parecer, el fanatismo hacía ese ídolo es tan grande, que desde el último domingo se imitó su clásico movimiento de caminata en reversa (moonwalk) y se dio un paso con el que se volvió más de diez años atrás. Justamente, cuando el promotor de ese baile visitaba estás tierras del uno a uno.
Pero este fervor por el cantante, no es únicamente de los votantes, sino que quizás la más groseras de las copias vino del otro lado, desde el lado de los candidatos. Desde donde, al igual que el artista, mediante operaciones, en este caso de prensa, se transfiguraban no tanto las caras sino las ideas. El ala conservadora no sólo mostró, su ya conocida imagen progresista oficial, sino que se sumo una nueva desde la oposición, que se disfrazaba más a la izquierda pero tiene olor a derecha recalcitrante.
No hay operación que tape el cuerpo, no hay murallas que tapen el horror disfrazado de juego, no hay merchandasing ni marketing político que tape la idea/sentir/pensar, real de una persona.

lunes, 8 de junio de 2009

Más que un voto.

Cara o seca; Cara o proyectos; Cara o propuestas; Cara o planes; Cara o ideas; Cara o política; ¿Qué se vota?, ¿porqué se vota? En estos días las góndolas se interponen a nuestra mirada y desde nuestra pasividad solo resta seleccionar un papel, quizás aquel que nos cae más simpático, quizás aquel que nos suene familiar el nombre. El proceso es tan sencillo como elegir un frasco de mayonesa en un hipermercado. Con la lectura del prospecto o ingredientes, basta para decidir. Luego se consume ese producto durante un plazo determinado de tiempo, este puede variar dependiendo del hambre con el que se cuente. Pero los gobernantes tienen una fecha de vencimiento algo más prolongada.
Y es que votar cada vez más, se parece a consumir un producto. La triple V, voy, voto y veo que hacen. Después la crítica pasiva, después los intelectuales de sillón, después la comodidad de la teoría sin aplicar. Pero del otro lado no se hacen las cosas mejor. Del otro lado se exponen los Frankesteins de las ideologías, que cortan y pegan ideas a su antojo y se publicitan como candidatos competentes para hacerse cargo del destino del país. Y convencen con tan poco. Algunos simples modelos publicitarios de los que nunca se escucho una idea o un pensamiento acerca de algo. Otros solo ofrecen su supuesta honestidad como un valor, mientras eso poco dice de su posibilidad de llevar adelante un proyecto político.
Pero éste no es un fenómeno únicamente criollo, al norte se consideró a un candidato revolucionario por su color de piel, entre sus promesas, acabar con la guerra (durante su gobierno se dio en Afganistán, el ataque a civiles más cruento de esta guerra), cerrar Guantánamo (aún continúa abierta). Allí pareciera que fue solo cara, ¿qué será por aquí?

miércoles, 6 de mayo de 2009

Cuando la esterilización no permite alejarse de la realidad.


No se contagia, no muta. Siempre existió su cura y está al alcance de la humanidad, sin costosas investigaciones de por medio, pero nunca se llevo adelante su aplicación. Es provocada por el mal desempeño de los hombres y no por mosquitos, ni cerdos y nos persigue hace siglos. Quienes la padecen no presentan gripe, ni fiebre, sino que sufren de varios trastornos, algunos explícitamente físicos (que es de mal gusto siquiera describir), y de otros males . Entre estos últimos quizás el más doloroso, es su ocultamiento. Es el nunca haber sido o ser prioridad ni de la ciencia, ni de los Estados, ni siquiera de las religiones.
Y allí están con sus huesos cada vez más protagonistas y sus voces cada vez más apagadas. Del otro lado de la vida, donde la prioridad primaria ya fue superada, las preocupaciones son otras. Barbijos, guantes, alcohol en gel y repelente, en lo micro y caídas de bolsas, quiebras, pedido de prestamos al Estado, en lo macro.
Los gobiernos preocupados ponen a disposición todos sus herramientas para salvar empresas (y sus correspondientes puestos de trabajo), que en épocas de vacas gordas no suelen acordarse del Estado y en los momentos de crisis suplican ayuda. Muchas de éstas, presentan la quiebra pero sus dueños continúan con su capital intacto. Y mientras se escuchan prestamos escandalosos, quienes necesitan ayuda hoy, a riesgo de dejar verdaderamente de existir, continúan sin recibirla. Pero el riesgo no solo es morir, sino que como es sabido, la alimentación es necesaria para la conformación de las capacidades intelectuales del individuo, es decir de quienes integrarán la sociedad. Hay algo claro, una mala (o cuasi inexistente) alimentación conduce a una persona a un camino marginal, con todo lo que eso implica.
Un dato extravagante, en el mismo mundo donde un humano no cubre su necesidad básica, se gastó en un decenio 1,2 billones de dólares en artículos exclusivos para matar a alguien de la misma especie.
Y quienes tienen el estomago lleno prefieren no pensar, no ver, pero en algún momento no alcanzarán los barbijos, los guantes y los anteojos oscuros para alejarlos de lo que pasa….

jueves, 9 de abril de 2009

Cuando las murallas no detienen lo inevitable.



Hay quienes tienen posibilidades materiales, culturales y económicas de progresar (si es que existe tal cosa para el hombre), y parecerían elegir siempre el camino errado. Éste grupo heterogéneo de personas (sin ánimos de generalizar), parecerían no vislumbrar lo que sucede, en definitiva crean su propia realidad.
Estos hombres y mujeres con aspiraciones medievales de grandes castillos alejados del vulgo, que parecieran hacer caso omiso a la “Declaración de los derechos del hombre”, que no se enteraron de la Revolución Francesa, de la declaración de los derechos humanos, de la caída del nazismo, de la abolición de la pena de muerte (salvo deshonrosos casos al sur del país de la supuesta Libertad) y del apartheid, entre otros hechos, y que en su versión criolla, continúan reclamando pena de muerte, generan una industria de la basura (en donde el último eslabón es un ser humano que revisa lo que otro considera desperdicio), ofrecen trabajos de esclavitud (en el campo, cosechando o en la ciudad, con teléfonos incorporados como un nuevo miembro de su cuerpo) entre otros males de los que en muchos casos no son culpables, pero si responsables dado su lugar de privilegio. Y es que desde su lugar podrían hacer tanto y hacen tan poco. Pero ¿deberían hacerlo?, ¿qué los obliga?. Parecería que no mucho. Entonces continúan por su senda de soluciones rápidas y fugaces como el impulso consumista que los guía. Y así de entre ellos emergió un nuevo mesías, nacido en San Isidro, que planea instaurar un murallón (de entre 4 y 7 cuadras de largo y con 3 metros de alto) entre su barrio y una zona humilde de San Fernando. De este brillante plan de ingeniería gaucha, se desprende: en principio que la ecuación es pobreza= delincuencia, por otro lado no hay ni siquiera una pizca de preocupación, por otro ser humano que se encuentra en una posición de desventaja económica, cultural y de salubridad, cuestión tan relevante en estos días, con la “amenaza” (algo mediática) del dengue. La solución entonces es, no mirarlo, no ver en las condiciones en las que vive, nunca intentar integrarlo (si es que eso es mejor). Subir las ventanillas del vidrio polarizado como dijo la ex candidata Moria Casan o comprarse una isla en Key West como hizo la última reivindicadora de la pena capital.
Ahora bien, sus paisajes serán más plácidos a la vista si las damas con tiempo, despliegan sus saberes de “naturalezas muertas” en los muros, pero del otro lado seguirá aquello que no quieren ver (como en un zumbido en el oído sin aparente emisor). Y en muchos de estos lugares más inhóspitos, se dan las condiciones materiales para que se críe el portador de en una revolución alada que transporta la ROJA sangre, que es capaz de sobrevolar muros y con un simple pinchazo que no entiende de clases, ni color, puede matar.

lunes, 9 de marzo de 2009

Sangrienta pasividad.

Por estos días se escucharon números oficiales que prometían un país ideal, lejos del que se vive en la práctica। Números ordenados, país rico con pueblo pobre. Gobernadores-empresarios, presidentes-CEOS que manejan a la nación con la lógica de la ganancia, no existe la palabra gestión. Preocupación por los números, abandono del ser humano. Castigado ciudadano que no ve reflejado su tributo. Y está lógica enamorada de la estadística, que no tiene en cuenta las salvedades, refuerza una serie de discursos que promueven entre otras cosas el asesinato legal por parte del estado.
¿Será signo de esta democracia televisada, en la que se deja todo en manos de otros. Será que realmente nos comportamos como números, ofreciendo una cantidad de dinero por mes para que nos limpien, nos iluminen y nos protejan (o asesinen por nosotros)?. ¿Será que nos hemos transformado en un montón de pasivos que aguardan resoluciones mágica. Pero no se trata de volver a las cavernas, ni del ojo por ojo tan promocionado en estos días, por noventosas (con todo lo que eso significa) estrellas televisivas. Lo cierto es que, siquiera pensar en la pena capital es volver a las cavernas y por otro lado, no parece conveniente continuar en esta situación de inseguridad. Porque sea real o una simple sensación, afecta nuestros días, ya sea cada vez que alguien cruza de vereda cuando otro ser humano camina hacia su dirección o el despliegue policiaco que realiza cualquier vecino cada vez que entra su auto a la casa, hasta la brutalidad de cualquier (cualquier) asesinato. Sabido es que las soluciones sangrientas, efectistas y cortoplacistas no son realmente las que perduran. Seguramente las soluciones están en aquellas políticas a largo plazo, aquellas relacionadas con mayor educación, menor pobreza (cuidado. No se debe asimilar a ésta con la criminalidad), mayor trabajo, mejor salud. Pero lo preocupante es que nuestra pasividad no acelerará este proceso…y seguir esperando a que los números lo hagan es tan inocente como creer que la copa una vez llena, rebalsará…..

lunes, 16 de febrero de 2009

El barro federal que no tapó la victoria unitaria.


País federal con ideas unitarias, vastas extensiones de territorio sin gobierno. La Argentina sigue exponiendo un estilo de democracia atípico, extraño, en definitiva autóctono. En esta lógica, los gobernantes hacen visitas poco frecuentes a las provincias (llamadas “interior del país” como si Buenos Aires estuviera en el exterior o quizás fuese directamente el país) en calidad, casi de embajadores de la civilización en contraposición a la barbarie de esos desérticos paisajes.
Reproducción hasta el hartazgo de Sarmiento y sus dichos, discriminación oficializada y aceptada por todos y cada uno de los que andamos estas tierras. Ejemplos sobran: se hacen medidas en contra (supuestamente) del campo en materia impositiva (para una supuesta redistribución) pero no se menciona el trabajo en negro de los peones. Y mientras se construyen nuevos centros comerciales y residenciales, en el conurbano sur (Proyecto de urbanizar la costa del río que va de Avellaneda a Quilmes), un pueblo entero (de allá lejos) queda sumergido en el lodo. Y es allí cuando se produce la catástrofe, que llegan los emisarios de la diplomacia porteña y en una gran parafernalia de caridad anuncian sus medidas (todas de salvataje, por aquí no se conoce de la planificación). Pero no solo es cuestión de un gobierno (que bien o mal dio la cara en contraposición a otro que voló un pueblo entero para ocultar un caso de corrupción), sino que tampoco desde el pueblo (si es que hay tal cosa) se es lo suficientemente solidario no para ofrecer cosas que ya no se usan, sino para pedir un país verdaderamente más federal y más inclusivo.
Así como no pasa por la medida oportunista y demagógica (tan arraigada en nuestra política) y tampoco por visitar aquellos lejanos lugares, creernos parte por 15 días, comprar vasijas, u otro tipo de artesanías y volver a nuestra eléctrica ciudad (la meca de la histeria y la soledad populosa) , insultando por lo bajo. Va por otro lado…

sábado, 3 de enero de 2009

2009, ¿año nuevo?


2009. Año nuevo. Novedosos 365 días que vendrán (si llegan). Brindis y fuegos artificiales. Los maduros se vuelven infantes con su armamento de juguete y mientras una cañita remonta el cielo en la Argentina, en oriente (Gaza) cae una bomba en un hospital (si, si en un hospital). Y así va el hombre, continúa festejando el cambió de un digito, de un número, como queriendo llegar a una meta (vaya a saber cuál?), como recorriendo un camino (antes era hasta el fin de los días, hoy el ansiado progreso). ¿Y realmente avanzamos?, ¿habrá algo nuevo en este año nuevo?, o ¿seguiremos conviviendo con la pobreza, la guerra y la destrucción del medio ambiente por 12 meses más?
Y así mientras muchos alzábamos una copa, un hombre en una cama de hospital era masacrado por una explosión que nunca vio venir. La demencia de tal acto no encuentra justificativo alguno.
(S I L E N C I O)
Y sí, estamos mínimo a 2009 años de ese hombre (Dios para algunos) que pregonaba amor y cada vez más lejos de su ejemplo.