martes, 17 de junio de 2008

La Estética de una invasión.


Estados Unidos de Norte América permitió el ingreso a personas de raza y cultura islámica cuasi-indiscriminadamente durante más de diez años a su país. Esto respondió a una clara "necesidad" de mano de obra barata, que se ocupe de aquellas tareas que sus residentes no querían realizar. De esta forma el capital continua funcionando y las ganancias y benéficos se incrementan, por aquello de la baja de costos. A su vez intentó, y recientemente logró, tomar posesión de algunos de los territorios de los que provienen sus "nuevos" inmigrantes, tan llenos del preciado oro negro. Lo que luego sucedió es conocido por todos (11-S).Por otro lado y aparentemente sin ninguna relación con lo antes dicho, hace poco tiempo una mujer, cuyo nombre no viene al caso, al sentirse disconforme con su cuerpo y para obtener mayores miradas masculinas se implantó siliconas en su cuerpo naturalmente chato, al poco tiempo tomó un avión y murió.Así en ambos casos, un agente completamente extraño es sometido a un contexto nuevo y hecho propio. Pero en sendos ejemplos de violentos cambios, ha sido olvidado un ejercicio fundamental: la asimilación. Se sabe que es muy importante que se generen las condiciones para que se asimile lo externo de forma correcta. El peligro es que si lo foráneo no es asemejado correctamente puede generar una reacción explosiva y al parecer los aviones, juegan un papel fundamental. Lo lamentable es que siempre el costo es el mismo: VIDAS.

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