martes, 17 de junio de 2008

El bronce paralizó la idea.


Un hombre que, primero, cambió su destino y luego el de muchos otros. Alguien capaz de dejar su vida por una idea de bien común. Una persona que tomó las armas para llevar adelante lo que creía. Un ser que vivió como pensaba sin aparentes contracciones.
Primero lo mataron (en su ley) y ahora lo aquietaron para siempre. Paralizaron sus valores de acción, le quitaron su esencia de hombre y lo convirtieron en héroe, en mártir. Ya no es un hombre que cansado de la injusticia salió a enfrentarla, a su manera. Ahora es un superhéroe con merchandising propio.
Tal vez algún día un niño frente a su inmensidad, petrificada en bronce, le pregunte a alguien más: ¿Quién era él? Y quizás siga su ejemplo. Por ahora hemos inaugurado un nuevo lugar turístico, en donde se reproducirá el sistema contra el que él tanto lucho.
Por mi parte, como hijo de la clase media Argentina, quiero una foto a su lado, pues es lo más cerca que estaré de él. Sonreiré y la hipocresía me atacará traducida en angustia y allí me sabré medio-hombre, pues no vivo como pienso, no cambio la injusticia ni siquiera la que me rodea......

No hay comentarios: